30.11.08

El carguero se incrustó contra el perímetro de la selva.
Qué demencia naval indujo al barco a girar dos veces, como una bailarina gorda y alocada que sacude sus faldas antes de partir en línea monótona: el pasamano y la estructura de la cubierta enmarcan el paso de este rollo interminable de película: la costa se desdobla en una serie perfecta, sin principio ni fin. Y miramos a través del gris vahoso, las lejanías del clima.
La tinaja de metal degüella los árboles: los encuadra, como una guillotina lineal.