23.12.09

Dejar el petróleo en la tierra, desafío de la Amazonia ecuatoriana

Comparto este texto de Víctor Flores García:

Hacia la Cumbre del Clima en Copenhague
Dejar el petróleo en la tierra, desafío de la Amazonia ecuatoriana
http://semanal.milenio.com/node/1524

El presidente Rafael Correa propone recibir recursos compensatorios para poder evitar la explotación petrolera de la Amazonia, así como la emisión de gases carbono y la degradación de la reserva natural que esto provocaría.

Una inédita moratoria a la explotación petrolera en la Amazonia ecuatoriana es el desafío que lanzará Quito a la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático a realizarse en diciembre próximo en Copenhague, a cambio de fondos equivalentes a la mitad de lo que recibiría Ecuador si explotara esos hidrocarburos. La idea que contrasta con la feroz competencia de sus vecinos de Perú, Bolivia y Venezuela por atraer a toda costa inversiones petroleras. El conflicto étnico y ecológico desatado por la Amazonia es tan agudo que en el vecino Perú cientos de indígenas masacraron en junio a 26 policías cerca de la frontera con Ecuador, en venganza por la represión a su movimiento antipetrolero, que dejó nueve nativos muertos.

La ONU busca un nuevo acuerdo para frenar el temido calentamiento del planeta causado por los gases contaminantes emitidos por la actividad industrial. El Pacto de Kyoto II, sucesor del primero firmado en esa ciudad japonesa en 1997, contempla la creación de un poderoso fondo multilateral contra el cambio climático para impedir el aumento de la temperatura terrestre en dos grados centígrados. Hasta 2030 este fondo contará, según la Agencia Internacional de Energía, con 10 mil 500 millones de dólares, debiendo los países más ricos cubrir la mitad del gasto.
LAS VACILACIONES DE CORREA
Luego de muchas dudas y retrocesos, con la búsqueda de compensaciones en la mira, el presidente Rafael Correa venció la tentación de explotar junto con petroleras privadas y monopolios estatales de países vecinos (como Venezuela y Bolivia) una reserva petrolera de unos 850 millones de barriles descubierta en el Parque Yasuní, reserva natural en la Amazonia ecuatoriana con una de las biodiversidades más ricas del mundo. Con un factor de recuperación de 10 por ciento de ese hidrocarburo, según la tecnología actual, y con un precio promedio de 70 dólares el barril, la explotación de este petróleo pesado significaría para Ecuador entre cinco y seis mil millones de dólares.

Las reservas de hidrocarburos del Parque Nacional Yasuní en la Amazonia ecuatoriana alcanzan casi 20 por ciento del total conocido en el pequeño país, cuya economía está anclada a la renta petrolera: en 2008 el oro negro brindó casi la cuarta parte del Producto Interno Bruto (23 por ciento), dos terceras partes de las exportaciones (63 por ciento) y casi la mitad del presupuesto del gobierno (47 por ciento). El proyecto de Ecuador supera la visión del primer Protocolo de Kyoto, orientado a la absorción de las emisiones contaminantes mediante los denominados “bonos de carbono”, que son compensaciones económicas de los países industrializados destinados a la conservación ecológica por cada tonelada de CO2 que exceda una cuota fija de contaminación permitida. Pero Quito no sólo habla de absorber las emisiones con reforestación, sino de evitarlas antes; pero aunque intentó vincular el singular proyecto Yasuní al mercado de bonos de carbono, esta pretensión no prosperó y el país tuvo que diseñar su propio camino.

La primera reacción positiva llegó este año desde Alemania, cuna del movimiento ecologista global: el Parlamento y el gobierno de Angela Merkel se comprometieron a financiar este proyecto con unos 50 millones de euros anuales, 650 millones de euros por 13 años, tiempo que duraría el beneficio que produciría la explotación del crudo del parque nacional Yasuní. Otros países como Noruega y organizaciones como la Comunidad de Madrid y decenas de personalidades respaldan la idea.

El economista Alberto Acosta es uno de los creadores del proyecto. Fue presidente de la Asamblea Constituyente hasta junio de 2008 y ministro de Energía en 2007, cuando propuso el esquema por vez primera. Fundador del Movimiento País, organismo político del presidente Correa, Acosta lanzó la iniciativa siendo ministro de Estado, lo que generó sucesivos choques con el presidente, a quien ahora le cuestiona su “estilo autoritario” (M Semanal 615, 27-07-09). Acosta explica a M Semanal su iniciativa: el proyecto Yasuní, conocido como ITT (siglas de los tres mayores pozos de exploración ya perforados en el parque amazónico: Ishpingo-Tambococha-Tiputini), es el mascarón de proa de una “revolución ecológica”, un modelo alternativo de desarrollo a partir de una economía postpetrolera para el mundo que, sólo en la Amazonia ecuatoriana, ofrece impedir la emisión de unas 410 millones toneladas de gas carbono y frenar la deforestación y la contaminación de los suelos que provocaría un colapso de los mantos de agua dulce en el continente.
EL ORIGEN DE UNA IDEA EXÓTICA
La idea surgió al calor de las luchas de resistencia de los pueblos indígenas en el centro sur de la Amazonia, orientadas a impedir la actividad petrolera en sus territorios; también de los grupos de colonos mestizos en la Amazonia norte y de los pueblos indígenas afectados por la actividad de la compañía Chevron, antes Texaco, lo que generó un juicio contra la petrolera por daño ecológico masivo. La enorme biodiversidad de la Amazonia —resume Acosta— se produjo al no haber sido afectada por la glaciación del planeta en la última era del hielo, cuando el norte y el sur fueron copados por glaciares. Las selvas que convirtieron en crudo sus entrañas son reservas de la era del Pleistoceno. Allí se concentró la vida y desde allí se repobló lo que hoy es esta zona amazónica. En un solo árbol del Yasuní puede haber mayor número de especies de escarabajos nativos que en toda Europa, y en una hectárea amazónica hay mayor número de especies de árboles nativos que en toda América del Norte, ilustra Acosta, quien recuerda que la propuesta provocó enfrentamientos dentro del gobierno de Correa, quien al principio tuvo algunos reparos debido a las urgencias económicas del empobrecido Ecuador: “Les resultó inconcebible que el propio ministro de Energía propusiera dejar el petróleo en el suelo y no explotarlo”, comenta Acosta al recordar las críticas.

Como titular de Energía, Acosta presidía el directorio de Petroecuador y así se enfrentó con el director ejecutivo de la empresa estatal, Carlos Pareja, determinado a sacar el petróleo amazónico y quien presionaba dentro y fuera del gobierno para acelerar su explotación así como el finiquito de los trámites para entregar el yacimiento a varias empresas petroleras. El funcionario negociaba en secreto con las empresas estatales de Chile (Enap), China (Sinopec) y Brasil (Petrobras) y conversaba bajo la mesa con la estatal venezolana (PDVSA, la joya de la corona de Hugo Chávez) para extraer rápidamente millones de toneladas de hidrocarburos. Esto hasta que una mañana Correa escuchó los argumentos enfrentados y optó por apoyar las tesis de su amigo Acosta: dejar el petróleo en tierra, siempre que se logre una compensación financiera internacional porque el tema económico, más que el ecológico, siempre fue el centro del debate. Quizá por eso el mandatario osciló errático después, entre un mar de presiones, y un día decía una cosa en el extranjero y al siguiente día lo contrario en Ecuador, hasta que pasó la aprobación final de la veda hacia medidos de 2009.

Durante las discusiones entre Correa y Acosta, el ministro aseguraba al presidente que la extracción de petróleo por sí sola no era suficiente para desarrollar al Ecuador, país con una larga tradición de explotación petrolera en la Amazonia y que aun así no se ha desarrollado. Comenzó a exportar el petróleo amazónico desde que fluyó por primera vez en 1967, y desde agosto de 1972, cuando zarpó el primer cargamento de crudo al extranjero, se han extraído más de cuatro mil millones de barriles de petróleo con valor de unos 90 mil millones de dólares. “Y no nos hemos desarrollado”, lamenta Acosta.
Hay también razones étnicas: allí viven pueblos “no-contactados” que forman parte de la nacionalidad Waorani, en aislamiento voluntario. La actividad petrolera de Chevron-Texaco entre los años sesenta y noventa del siglo XX provocó la desaparición de dos pueblos enteros, los Tetetes y los Sansahauris, entre denuncias que incluyen violencia sexual, abortos espontáneos, discriminación y racismo. Por último, el mero hecho de extraer ese petróleo pesado con alto contenido de azufre no sólo afectaría a la biodiversidad, sino que provocaría una emisión de unas 410 millones toneladas de CO2.
PETRÓLEO: LA SAVIA DEL AUTORITARISMO
El experto concluye que Ecuador, como todos los países que han pretendido desarrollarse con base en la exportación de petróleo y los recursos minerales, “ha consolidado una economía rentista, clientelismo político y gobiernos de tinte autoritario”. Es una cuestión que todavía está en disputa dentro del gobierno del presidente Correa y, también, en los gobiernos aliados en la región, sobre todo Venezuela y Bolivia, pero también Argentina y Brasil.

Quito mantiene abierta la opción del mercado de “bonos carbono” para los recursos adicionales obtenidos de la colocación de los Certificados de Garantía Yasuní. Con esos réditos financiaría proyectos de reforestación y el desarrollo de energías alternativas renovables para construir un camino distinto, el camino del “buen vivir” o Sumak Kawsay, en lengua aborigen. La administración de los fondos estaría a cargo de Naciones Unidas bajo el principio de corresponsabilidad del planeta.

—¿Y si hay un cambio de gobierno?

—Una base constitucional impide actividades petroleras en áreas protegidas y en territorios de pueblos aislados —dice el economista y ex ministro—; para hacerlo se requeriría de una autorización de la Asamblea Nacional y eventualmente de una consulta popular. Y si se extrae el petróleo, ese petróleo extraído pasaría a ser propiedad de quienes aportaron al fondo.
ALIADOS BOLIVARIANOS: INCONGRUENTES
Correa planteó la idea de la veda a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) —que su colega Hugo Chávez considera un arma geopolítica—, junto a la necesidad de introducir un impuesto a cada barril de petróleo que salga del subsuelo para crear un fondo ambientalista mundial, pero la propuesta no ha prosperado. El líder ecuatoriano enarbola además una iniciativa del Banco del Sur para un fondo de reservas latinoamericano relacionado con el Sistema Único de Compensación Regional, y apoya la iniciativa del Tribunal Internacional de Arbitraje de Deuda Soberana, pero el acompañamiento de Hugo Chávez, Evo Morales, Cristina Kirchner o Daniel Ortega es menos eficaz que su estridente retórica integracionista.

Un caso muy decepcionante para Correa es el de Evo Morales en Bolivia: aunque la nueva Constitución boliviana está inspirada en el desarrollo sostenible, la conservación de los recursos naturales y el medio ambiente, el líder indígena boliviano denunció recientemente a algunas organizaciones no gubernamentales que “usan a algunos dirigentes sindicales para oponerse y no facilitan las licencias ambientales para que haya más pozos y más petróleo”. Una paradoja: Evo reprochó a gritos a estas ONG que plantearon un proyecto para evitar se perfore en la Amazonia siguiendo la idea de Ecuador. Entonces quedó clara la esencia del modelo de Morales: “¿De qué, entonces, es que va a vivir Bolivia, si algunas ONG dicen ‘Amazonia sin petróleo’ (...) Están diciendo, en tres palabras, que el pueblo boliviano no tenga plata, que no haya regalías, pero también van diciendo que no haya el bono Juancito Pinto, ni la Renta Dignidad, ni el bono Juana Azurduy”, dijo Evo aludiendo a sus programas sociales, cuyos recursos provienen de la renta de la explotación de hidrocarburos, sobre todo gas.

Igual que las proclamas de Chávez para explotar con petroleras privadas y estatales de todo el mundo las reservas de crudo extrapesado en la cuenca del imponente río Orinoco, Evo sintetizó así los prejuicios, desconfianzas y estigmatización del tema ambiental por parte de los gobiernos que impulsan el denominado “socialismo petrolero”.

Víctor Flores García

7.12.09

No heredamos las tierras de nuestros padres.
Las tomamos prestadas de nuestros hijos.

Pensamiento Huaorani
"If you are coming to help us,
you are wasting your time.
But if you are coming because
your liberation is bound up with ours,
then let us work together."

Indigenous Elder
The Pachamama Alliance
Video

"They told us that if we really wanted to protect their land permanently, we would need to go to work in our part of the world. And as they put it, we would need to change the dream of the north, the dream of the modern world; a dream rooted in consumption without any reagrd to the consequences to the natural world or even our own future."

Pachamama Alliance Leader
Video

4.12.09

LO SALVAJE

Insisto en lo salvaje, porque en su existencia amenazada laten las pautas de un contrato natural, tan necesario en las sociedades que han olvidado c[omo se negocia con la naturaleza; no con la naturaleza domesticada, regulada, artificial, sino con la naturaleza insurrecta, demencial, invencible -con el estado salvaje de la entidad que damos por llamar naturaleza, y que cuenta entre sus bestias con el ser humano -bestias m[as o menos domesticadas, como en toda naturaleza, viva o muerta.

Leo Savages, de Joe Kane, un reportaje sobre los huaorani, un pueblo que admiro. Cita a Moi, uno de sus l[ideres (ir[onicamente lo cito en ingl[es -del huaorani, al castellano, al ingl[es, triple distorsi[on): "The whole world must come and see how the Huaorani live well. We live with the spirit of the jaguar. We do not want to be civilized by your missionaries or killed by your oil companies. Must the jaguar die so that you can have more contamination and television?"

Y yo lloro ante la muerte de lo salvaje. Desde que tengo memoria lloro. Cuando es la [ultima esperanza frente a una renegociaci[on, encuentro el desprecio a lo salvaje desgarrador, prepotente y de una ignorancia insoportable.

27.11.09

Ayer miré el documental CRUDE:
the Real Price of Oil

una historia pionera en la búsqueda informal, intuitiva, de un contrato natural. La sustenta la fuerza de los hechos de la geografía, de la tierra -el cuerpo sometido a una autopsia tardía que prueba, al hundirse en los trazos y las huellas innegables de la negligencia transnacional y nacional, que la violencia es social y medioambiental, y sus efectos, los de una guerra que nunca fue declarada, ni otorga tregua o armisticio alguno.

La recomiendo:
http://www.crudethemovie.com/
Michel Serres ha sabido poner en palabras lo que yo apenas era capaz de sentir. Lo comparto:

"Ahora bien, si existe un derecho, así pues, una historia, para las guerras subjetivs, no existe ninguno para la violencia objetiva, sin límite ni regla, así pues, sin historia... necesitamos, pues, nuevamente, bajo la amenaza de la muerte colectiva, inventar un derecho para la violencia objetiva".

"Si se pasa de la guerra a las relaciones económicas, nada notable cambia en el razonamiento. Quirino, dios de la producción, o Hermes, que preside los intercambios, pueden contener la violencia más eficazmente a veces que Júpiter o Marte y, para conseguirlo, utilizan los mismos procedimientos que este último. Dios único en varias personas, Marte llama guerra alo que los primeros llaman competencia: continuación de las operaciones militares por otros medios, explotación, mercancías, dinero o información. Todavía más oculto, el verdadero conflicto reaparece. Se repite el mismo esquema: por su fealdad y los residuos que accidentalmente arrojan, las fábricas químicas, los grandes criaderos de animales, las centrales atómicas o los gigantescos petroleros restablecen la violencia objetiva global sin otras armas que la fuerza de su talla, ni otra finalidad que la búsqueda, común y contractual, del dominio sobre los hombres.

Llamamos objeto-mundo a un artefacto en el que al menos una de las dimensiones, tiempo, espacio, velociada, energía... alcanza la escala del globo: entre los que sabemos construir, bomba o satélite, distinguimos los militares de otros puramente económicos o técnicos, AUNQUE PRODUZCAN RESULTADOS SEMEJANTES, EN VICISITUDES NO POR RARAS MENOS FRECUENTES, COMO LAS GUERRAS Y LOS ACCIDENTES.

Aliados de hehco por las mismas razones y contratos que antes, los competidores presionan con todo su peso sobre el mundo".

El Contrato Natural
Michel Serres

13.6.09

A lo largo del río, en su gradiente, todo parecía surrealista, un campo minado de Fellini, el bote espectáculo… Al llegar, lo irreal éramos nosotros; la mentira, nuestras vidas; la surrealidad, nuestra percepción embutida de mentiras…

Catedral de Río de Janeiro, Brasil

Miguel Sotomayor

Palacio de Itamaraty, Oscar Niemeyer, Brasilia

Los mismos temas de la selva se repiten en la arquitectura de Niemeyer: la pueblan quillas gigantes de barcos cargueros, la forma oblonga y alargada de las canoas, las membranas de plástico plegable/enroscable de las cubiertas de barco, las fachadas de los botes, el reflejo vivo sobre las superficies de agua, las columnas forestales, los horizontes verdes, la delgadez de las ramas que proveen celosías… la Modernidad de Niemeyer es otra modernidad, su cultura es la cultura de la selva; su civilización, la Civilización del Amazonas: grande, irreductible, impredecible, e irreverente de sinuosidades como sus bosques y sus aguas: una cultura que rinde continuo culto a lo femenino.

Macapá?

Descending through boats –transporting cargo/passengers through boats: interesting ‘port,’ interesting threshold: another way of understanding arrival and space…

José Julio: Macapá à Belém

Brasilia

Urbanismo pre-fabricado
Espejismos ministeriales
Desolación programada (programática)
Regularidad variable
Monumentalidad del detalle
Humanidad deshumanizada
Miesiana
Corbusiana
Niemeyeriana

Corsé del meandro
Incontenible

Gobierno
Del Amazonas
Proyecto Ampiyacu – cuenca de Witoto/Bora
Titulación comunidades
Obra de arte: lienzo tejido…
Urdimbres, hilillos longitudinales, transversales, en colores.

Patrones derivados de la naturaleza. Partituras musicales con fibras naturales.

Casave
The new forms that colonization is acquiring are related to the commodification of cultures (through tourism) and place.
Private reserves
Private/public reserves
We need to map the new geographies
Todo negro: pantalla negra: sonido de batido de huevos para el desayuno, sonido como metonimia.
"La bomba atómica de América Latina es el narcotráfico",
Lehrer, narcotraficante
Disfruta de ser senil en juventud
Fruto maduro cuando está verde
Personajes filmados en el perímetro, desde el centro de una mesa rotatoria.
Manolo
Me da su pan caliente, con orgullo, oruga que enrosca manos en harina, harina en agua de mar: flores de oruga tierra, sus cinturas bailan en las hojas de mi lengua, transformanse en mariposas pintadas de canto a lo elemental: pan, familia, lluvia, río.
Con harina escribe churos, enrosca el abrazo tibio de la vida. Gozo supremo el pan básico.
Me he quedado sin interlocutor, sin corresponsal, y sin correspondencia. Me he quedado quedada en su ausencia, de presencias insistentes, como toqueteos de imagen que no queremos recordar, como chapuzón de Leticia que llega fuerte, se desprende cúbico, se recoge cual cortina automática y se va para desmoronarse en aristas verticales de mundo cartesiano, en la misma ciudad, luego de algunos días, de la misma manera cubo-cúbico-se-da-la-vuelta; se vacía, no vuelve a verterse, sin volverse a llenar.
El foco de mi mirada sondea inquieto, en conos de cisternas angulares, mares negros de forestas más negras. Se cruzan por sus conos colores fugaces, miradas breves, pantalones de pierna azul. Las desapariciones de apariciones como arco iris fracturados en huesecillos, incitan el nerviosismo de los conos de mi ojo, mis ojos, que se multiplican en cámaras de fotos y vídeos, en proyectores magenta de teatros oscuros, imposible fijarlos en totalidad alguna: fragmentos, haces de luz, huellas nubladas de pasos, de viene y va… si pudiera encenderse el cielo entero. Mientras tanto, mi mirada no es más que relámpago de cielo purpúreo, apertura rasgada de obturador lineal… y miro, miro, miro… observo sin penetrar otra cosa que no sean las negruras y sus velos de espada fugaz.
Mientras otros se concentran en nacionalismos exhaustos y peligrosos, nosotros nos concentraremos en el proceso de integración necesario para sobrevivir y prosperar como región, en un mundo visceralmente competitivo.
Toda Colombia se ha volcado a las calles para celebrar la libertad y la intolerancia de la violencia –injustificable, dicen, los reporteros.
Ligadas por pantallas gigantes, se hilvanan las Colombias
Tocados, uniformes venidos de quién sabe cuál cuadro napoleónico, o nazi, o vietnamita…
Deleznables, somos deleznables.
Música, colores, armas…
El zoom de la cámara se hunde como la cabeza de una tortuga en su caparazón negro Sony. Y a la sony la meto en su cascarón negro Lowepro –anti.marca, genérico, barato.
Los estibadores en los puertos de luces teatrales, cuyos escenarios se encienden en proyectores de micro-estadio de fútbol, para el evento nocturno, matutino o diurno de la carga y la descarga sobre pisos resbalosos de planchas de acero o lodos milhoja.
El ayer de ayer no puede capturarse: navegamos entre dos mantos negros y especulares encendidos por la luna.
Saliva lunar, vómito de plata, escarcha densa, cascada de peces de luces en el río-mar: se desparraman como los trocitos de metal colgando de hilos de pescar desde la linterna en la capilla de Eero Saarinen.
En este mundo de micro-verticalidades y macro-horizontalidades, el alma se recuesta quieta, para erizarse en espinillas suaves de fruta, hacia las huellas en el firmamento, las contrahuellas del río mar.
Todo fluye, todo bate, todo fluctúa.

Sabor de seda.

Este mundo específico está cargado de agua pero no sabe a mar. Su aire no es salino, ni sus peces, ni sus delfines. Aquí todo es hoja en descomposición, barro, tierra líquida, olor a cueva y vertiente subterránea, lavado suave de embadurnamientos, vegetal que se ha hecho mineral, para tragarse a sí mismo y proveerse una capa de sustento, larga y delgada, como la cáscara arenosa sobre el cuesco, el cuesco sobre el fuego…

Atracan las lanchas paralelas a la costa, o perpendiculares.
Nos alejamos de Pevas, en el David Dennis, una ‘lancha’ más pequeña y acogedora. Por fin puedo balancearme sobre la hamaca y leer; escribir; dejarme acarrear, sin moverme, por la brisa; a los lugares remotos de la imaginación que el Amazonas engendra y atiza con cada ola.
El calor se condensa, se contrae sobre nuestras espaldas, la brisa lo expande entre ropas y pieles, lo disipa con fuerza transversal.
La selva ha sufrido de un enanismo.
¿Qué es orgullo sudamericano?
¿Visión conjunta?
Nos aproximamos a la costa de tanto en tanto, bajo el patrón típico de paradas fluviales, beso a beso, que comenzó en el Napo.
Todos duermen.
Yo discurro a la deriva de la energía filuda que me traen las lunas llenas, cuando las mareas rojas de mi cuerpo comienzan a chocar contra los acantilados de los huesos, las caderas se descalabran, y un mar de vida se va, memoria de esperanza entre las piernas.
Se me descuajan también la mente y las manos.

14.4.09

La escritura es un acto vegetal: el papiro, la corteza, el hongo… la selva es texto totalizante.

16.2.09

Núcleos ejecutores con mujeres
Políticas de subsidio
Pulsaciones impredecibles del río, respuestas humanas.

14.2.09

Issues of LIFE STYLE and CONSUMPTION PATTERNS need to be discussed within any reflection on sustainability.
The neglect: take the treasure and share the “charity” (la limosna).
Is this the % policy of private companies, rabid to increase profits in order to measure their success?
Los datos precedentes al viaje.
Los hechos, siempre parciales, del recorrido.
From SCAR-CITY to RECIPRO-CITY
The state/the condition of the cities along the Amazon, the degree of neglect and abandonment, speak for themselves: it is the mentality of extraction in its latest, most contemporary manifestation. The mentality of sucking, bleeding, taking –giving the minimum necessary or less than that in return: no reciprocity, no exchange, no investment in the land, unless investment relates to extraction of raw materials and their displacement.
Me perturba ver los mapas de las ciudades en las guías de viaje: muestran siempre un fragmento insignificante, mínimo, de la ciudad: el enclave "histórico" o comercial, cercado por el marco de la miope óptica del turismo, y pensar que determinan hacia donde se canalizará gran parte de los fondos de las inversiones de renovación urbana.
Colmenas de contenedores
El borde del agua que sube y baja y no es marino, no se resbala sobre pieles de anémonas ni acantilados que no sean estas carreteras y paredones construidos sobre tierra que alguna vez fue selva y aquí se olvida. El teatro de la Opera?
Atracamos… en pleno centro. En el corazón del corazón de la selva, el barco una espinilla dislocada y demente que regresa a ubicarse en el esqueleto de un pez. Ejércitos de cargadores con camisetas azules, o conductores, nos reciben. Del otro lado, al fondo, la línea inmutable de la selva, verde oscura, siempre engrosando el horizonte del agua, asfixiada entre dos firmamentos, se sostiene…

Manaus

Julio 26, 2008

Topografías de contenedores.
Grúas trípodes, rojo, amarillos, azul.
Silos, chimeneas, antenas de estructuras parabólicas –anuncio en Iquitos? del futuro amazónico.
Buques gigantes, barcos.
Es fácil olvidar que se está en un río de aguas dulces.
Que se acaba de abandonar los suburbios con caras de madera, sobre palafitos, estilo norteamericano meridional o Mississipi, con vacas y cerdos en los ranchos, y pastos de borde que se levantan en oleadas con el oleaje negro del agua, como una línea de gente que se contorsiona de alegría en un partido de fútbol con camisetas limón y chocolate.
En uno de los extremos de la ciudad, los parques industriales, el polo industrial, las maquilas; en el otro, las torres de los bancos y el comercio, las residencias orgánicas en las bahías intermedias, como pequeñas cúpulas de agua.
Puertos
Lanchas
Aviones flecha en el azul del cielo
Quebrantado el silencio del trayecto anterior
Una Marsella tropical
Gasolineras (estaciones de servicio) flotantes
Muelles largos con pieles de llantas, en el origen del caucho
El perfil de la selva y, detrás, remontando, el de las torres del centro comercial y financiero de Manaos.
Los barcos grises como tiburones de la marina brasileña
Los edificios como buques de carga gigantes
Cortázar fue un adelantado. La anti-estructura, o post-estructura, de Rayuela, que permite miles de lecturas posibles, deja claro, como los movimientos de generación digital dentro de la arquitectura, que todo resultado es, inevitablemente, arbitrario, pues constituye una posibilidad entre varias posibilidades.

The ultimate, inevitable, arbitrariness of language.
In the era of programmatic languages, of Speed codification…
Fuegos verdes
Por qué dedicarle tanto verbo, tanto adjetivo, al dolor?
En esta hora de las delicias, sé que he conocido el paraíso, y por estos momentos balsámicos, toleraré cualquier infierno.
Por eso no puede perderse la selva.
Es insustituible.
En una pila de huevos fritos, enorme, aplastante, se convierte el puerto aceitoso en cuyo flanco, acabamos de atracar.
Let them loose, let the inks dance loose in the soils, in the sky.
Ahora que se acorta la sombra, se reducen los espacios entre unos y otros. Nos apiñamos dentro de un recinto reducido, imponente, sin cercas. Las cercas de la sombra, potentes. Las cercas de la luz, solaces en el frío. Pero acá estamos, bajando, horizontales en pleno trópico. Dividido el espacio por las horas, los umbrales cambiantes de la persecución solar, hasta que estallen los colores de la tarde y la brisa barra las hojas del día.
Nos despertó la policía federal. Se encendieron las lámparas blancas que borraron la penumbra de atardecer enfermo de las lámparas rojas y naranja que alumbran la noche del barco. Rebuscaron hasta en los huesos de nuestras maletas, todas sus carnes, buscándoles el polvillo blanco que desemboca por estos ríos en el Atlántico y desangra al norte de Sudamérica.
Qué narices absorben las largas tiras de dólares. Qué cuerpos donan sus órganos frescos al mercado planetario, caníbal, e imposible de satisfacer… troglodita sistema global, de tentáculos y dendritas insaciables.

Tabatinga

Leticia

Santa Rosa

La historia de Colombia en los últimos 25 años es una interminable marcha fúnebre, solemne, trágica, dramática, silenciada a gritos… en alaridos de una cultura sublime, en un dolor que no cesa, una pasión que no rescinde ni retrocede… indemne.
Los personajes son yo, yo soy los personajes. Todos somos todos y ninguno.
Nuestras vidas son las mismas.
Historias contadas y repetidas millones de veces.
Cuán hermosas son esas florecillas que flotan solitarias, suspendidas, en el agua; con los brazos y las patas desplegados, bebiéndose el sol. Son los detalles mínimos del río selva. Se dejan arrastrar por la corriente, sin delirios, en la superficie del tumulto, dóciles, dulces, más dulces. Esponjosas.

Toratins

Atracamos en este pueblo de nombre dudoso: Toratins. No aparece en Google, ni lo registra el GPS. Es uno de aquéllos pueblos informales, recién nacidos, que ya tienen nombre pero aún no han sido presentados en el registro civil de las cartografías y la historia. Su existencia es extrañamente inestable, a pesar de la solidez de su presencia en este mundo.
El sol latiguea en esta hora ecuatorial…
esta hora perpendicular.
De los doce países que conforman América del Sur, tan sólo cuatro (Colombia, Ecuador, Perú y Chile) tienen costas en el Océano Pacífico.
La integración ocurre de manera espontánea en las fronteras; son sumamente porosas. Brasil juega un papel preponderante. En Iquitos se siente la influencia del portugués en el castellano.
Estadísticas secuestros en Colombia
Violencia, exportación de órganos humanos y desarrollo de la industria médica (transplante de órganos), particularmente en Medellín.
El Plan Colombia, el glifosato, la aspersión y la Amazonia.
Paradoxical: existing structures are subverted through capitalist, entrepreneurial insertions.