14.2.09

Cuán hermosas son esas florecillas que flotan solitarias, suspendidas, en el agua; con los brazos y las patas desplegados, bebiéndose el sol. Son los detalles mínimos del río selva. Se dejan arrastrar por la corriente, sin delirios, en la superficie del tumulto, dóciles, dulces, más dulces. Esponjosas.