4.12.09

LO SALVAJE

Insisto en lo salvaje, porque en su existencia amenazada laten las pautas de un contrato natural, tan necesario en las sociedades que han olvidado c[omo se negocia con la naturaleza; no con la naturaleza domesticada, regulada, artificial, sino con la naturaleza insurrecta, demencial, invencible -con el estado salvaje de la entidad que damos por llamar naturaleza, y que cuenta entre sus bestias con el ser humano -bestias m[as o menos domesticadas, como en toda naturaleza, viva o muerta.

Leo Savages, de Joe Kane, un reportaje sobre los huaorani, un pueblo que admiro. Cita a Moi, uno de sus l[ideres (ir[onicamente lo cito en ingl[es -del huaorani, al castellano, al ingl[es, triple distorsi[on): "The whole world must come and see how the Huaorani live well. We live with the spirit of the jaguar. We do not want to be civilized by your missionaries or killed by your oil companies. Must the jaguar die so that you can have more contamination and television?"

Y yo lloro ante la muerte de lo salvaje. Desde que tengo memoria lloro. Cuando es la [ultima esperanza frente a una renegociaci[on, encuentro el desprecio a lo salvaje desgarrador, prepotente y de una ignorancia insoportable.