9.12.08

La piromanía del cielo se condensa en un vórtice rojo: caldera celestial, absorbe su voz redonda el cráter de nubes, apretado, vertical.
Lenguas de fuego se escapan sobre la noche plata que devora las sombras.
Lenguas de fuego escapan a los rayos para llenar de crepúsculo el río.
Ahora está pincelado de escamas, de fríos, de inviernos remotos que aquí no son más que superficie.