13.6.09

Me he quedado sin interlocutor, sin corresponsal, y sin correspondencia. Me he quedado quedada en su ausencia, de presencias insistentes, como toqueteos de imagen que no queremos recordar, como chapuzón de Leticia que llega fuerte, se desprende cúbico, se recoge cual cortina automática y se va para desmoronarse en aristas verticales de mundo cartesiano, en la misma ciudad, luego de algunos días, de la misma manera cubo-cúbico-se-da-la-vuelta; se vacía, no vuelve a verterse, sin volverse a llenar.